PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Nacer de nuevo

Nicodemo era un alto miembro del consejo de rabinos del Sanedrín. La gente de su época habría dado por hecho que tales credenciales le aseguraban su lugar en el cielo y que espiritualmente estaba bien ante Dios.

Sin embargo, Jesús le dijo que la única manera de entrar en el reino de Dios era naciendo de  nuevo.

Muchas personas hoy día son como Nicodemo: religiosas, virtuosas, andan haciendo obras de caridad y se consideran a sí mismas “buenas personas” incluso algunos dicen “yo no le hago mal a nadie” y esto les hace creer que su pasaporte al reino eterno está listo y seguro; pero esto es absolutamente falso.

El Señor Jesús dijo: “No te maravilles de que te dije: Es necesario nacer de nuevo” (Juan 3.7).

Nuestra naturaleza pecaminosa nos separa de Dios de forma abismal y determinante.

Ser buenas personas, o vivir una vida religiosa no cerrará la brecha, no quitará el abismo que existe nosotros y nuestro Creador. La palabra de Dios dice: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).

Nuestra naturaleza (desde el mismo momento en que somos concebidos) es ser pecadores, y esta condición en la cual nacemos  es algo que nosotros no podemos cambiar.

El autoengaño más grande es pensar que podemos portarnos bien y esto baste para ser aceptos ante Dios. SOLO CRISTO puede cambiar esta condición espiritual en el ser humano, NADIE MÁS lo puede hacer.  Él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6)

La única manera de que podamos entrar en el reino de los cielos para vida eterna, es a través de que se produzca en nosotros el milagro de la salvación, y esto solo se logra a través del nuevo nacimiento espiritual, por medio de la fe en Jesucristo.

Cuando una persona pone su fe en Jesucristo como su Salvador, y lo recibe en su corazón (espíritu) experimenta la regeneración. En otras palabras, en el momento que la gracia de Dios toca su corazón y se produce en él la salvación, se convierte en una nueva creación.

Así lo dice la palabra de Dios: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Amén!

  Por: Jenny Mejías