¿Qué está conduciendo tu vida?
La vida de cada uno de nosotros es conducida por algo. La mayoría de los diccionarios definen el verbo conducir como "guiar, controlar, dirigir. “Cuando conducimos un auto, o una orquesta o una investigación estamos guiando, controlando o dirigiendo eso en ese momento. La pregunta obligada es: ¿Qué está conduciendo tu vida?
Puede que en este momento a usted lo esté conduciendo un problema,
Hay cientos de circunstancias tanto externas (eventos, sucesos) como internas (emocionales) que pueden estar tomando el control de su vida. Por ejemplo una tristeza, una preocupación, un temor, una culpa, entre muchos otros estados emocionales que muchas veces nos roban la paz y no nos permiten vivir una vida plena.
Muchas personas se pasan la vida huyendo de sus remordimientos y escondiendo su vergüenza, son manipuladas por sus mentes y permiten que su pasado controle su futuro.
Muy a menudo inconscientemente se castigan a sí mismas, saboteando su propio éxito, teniendo muy baja autoestima y concepto de sí mismos.
Cuando Caín pecó, tanto su pecado como su culpa lo desconectó de la presencia de Dios y Dios le dijo, "Serás un vagabundo y andarás errante sobre la tierra." Esto describe a la mayoría de la gente de hoy: andan errantes por el mundo viviendo una vida sin un propósito.
Somos producto de nuestro pasado, pero no tenemos que ser sus prisioneros de él.
El propósito de Dios no es limitado por el pasado.
El transformó a un asesino llamado Moisés en un líder y a un cobarde llamado Gedeón en un valiente héroe; a un inofensivo e inadvertido David, joven pastor de ovejas en el rey más importante de Israel, a un Saulo, de cruel y duro corazón, perseguidor de cristianos, en el más grande y consagrado evangelista que existido de todos los tiempos.
Y él también puede hacer cosas maravillosas, extraordinarias e inimaginables en ti, en tu vida.
Dios se especializa en darles a las personas un nuevo comienzo. La Biblia dice, "¡Que felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada!... (Salmos 32:1). Bienaventurados son aquellos que han confesado sus pecados y a los cuales Dios les ha limpiado su expediente.
Muchas personas son conducidas por el resentimiento y el enojo. Se aferran a sus heridas y nunca logran superarlas. En lugar de librarse del dolor que sienten por medio del perdón, lo repiten una y otra vez en sus imaginaciones. Algunas personas que son conducidas por el resentimiento se "cierran" e internalizan su enojo, y se auto consumen en amargura; mientras que otras se "inflan" y explotan y buscan la manera de “cobrarse” el daño o la ofensa recibida a través de la venganza. Ambas reacciones son nocivas e inútiles.
El resentimiento siempre lo daña a usted más que a la persona que resiente. Mientras que el que lo ofendió probablemente olvidó la ofensa y siguió con su vida, mientras que usted continúa ardiendo en su dolor perpetuando el pasado.
Muchas personas son conducidas por el temor. El temor puede haber sido el resultado de una experiencia traumática, de expectaciones irrazonables, de haber crecido en un hogar de extremo control e incluso de maltratos físicos o psicológicos; y hasta puede ser por una predisposición genética.
No importa cuál haya sido la causa, las personas que son conducidas por el temor a menudo se pierden de grandes oportunidades porque viven experimentando miedo de arriesgarse.
Y en lugar de arriesgarse, siempre evitan los riesgos y tratan de mantenerse aislados o en bajo perfil.
Pero déjeme decirle algo hermano: El temor es una prisión en la que usted mismo se mete, que le impedirá llegar a ser lo que Dios tiene intenciones que usted sea, porque usted mismo está siendo de tropiezo para que se cumpla el plan que Dios determinó para su vida.. Tiene que moverse en contra del temor con las armas de la fe y el amor.
No sienta culpa, ni resentimientos, ni temor, ni se preocupe por nada. Cristo es la solución a todos los problemas del ser humano. La Biblia dice: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto” Romanos 12:2.
Existen grandes y eternas bendiciones en vivir una vida conducida por la mano de Dios. Conocer su propósito para nosotros le da el verdadero y absoluto significado a nuestra vida. Fuimos creados por él para tener significado, para ser valiosos, para ser importantes; y eso comienza con Dios.
“Porque este Dios, es Dios nuestro eternamente y para siempre; ÉL nos guiará aún más allá de la muerte” Salmos 48:14
Por: Jenny Mejías