PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Varón Esforzado y Valiente

La historia de Gedeón es un relato interesante que tiene mucho que decirnos hoy a nosotros. Me gustaría destacar dos características de Gedeón. Debido a estas cualidades, Dios lo escogió para que condujera a los hijos de Israel a la victoria sobre los madianitas.

Gedeón era un hombre valiente. Nos percatamos de su valentía cuando leemos que Gedeón sacudió el trigo en el lagar y lo escondió de los madianitas. Vemos su valentía cuando destruyo el altar de Baal, edifico uno al Señor y ofreció un holocausto sobre el mismo. Luego, lo vemos enfrentándose al numeroso enemigo con sólo trecientos hombres. Realmente, Gedeón era un hombre valiente.

Pero al mismo tiempo vemos que Gedeón era un hombre humilde. Él se consideraba a sí mismo pobre y el menos de la casa de su padre. Gedeón pidió una clara señal de que Dios estaría con él porque reconocía que por su propia fuerza no podría enfrentarse al enemigo. Gedeón demostró humildad cuando admitió que era Dios quien iba a librar a Israel.

Necesitamos hombres y mujeres valientes y humildes: valientes en el sentido de estar dispuestos a defender lo correcto en un mundo que está resuelto a hacer el mal; y humildes en el sentido de reconocer que sin Dios no pueden derrotar al enemigo. ¡Recuerda, Cristo es el vencedor! Sin él, nada podemos hacer.

Con valentía, pero muy humildemente, sigue adelante contra el enemigo porque ya ha sido vencido para siempre!

 

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Filipenses 4.13

 

  Por: Jenny Mejías