Actitudes Contagiosas
¿Alguna vez te has dado cuenta de cuán contagioso son los bostezos? Una persona bosteza, luego otra, y muy pronto varias personas estarán bostezando.
La Biblia relata que diez hombres contagiaron a varios millones de personas con una actitud negativa. Esta mala actitud contagiosa hizo que los hijos de Israel vagaran por el desierto durante 40 años.
Tenemos que tener mucho cuidado de no albergar malas actitudes en nuestros corazones, porque estas actitudes también pueden ser contagiosas, sobre todo a los más débiles.
En lugar de tener actitudes negativas, podemos contagiar a los demás con una buena voluntad. Si somos alegres, afectuosos, positivos, optimistas; los que están alrededor también se contagiarán.
¡Alegrémonos! Al igual que David y alabemos a Dios con gozo y con alegría. Propongámonos en nuestros corazones confesar y alabar a Dios entre mucha gente, para que ellos se adueñen de la misma actitud y contagien a los que están a su alrededor. Debemos dedicar tiempo para alabar a Dios. Si lo hacemos, nuestro gozo rebosará, y los demás también estarán gozosos.
Si estas contagiado por un “virus” negativo, anímate para que puedas detener ese “virus” y puedas asumir una buena actitud. Josué y Caleb no se rindieron. Ellos rompieron sus vestidos y oraron. Cuando te rodea una actitud negativa, pide a Dios su ayuda y dirección para que continúes difundiendo entusiasmo. Tu entusiasmo puede contagiar a otros. Amén!
Alegra el rincón en el que te encuentras…. ¡eso podría alegrar toda la habitación!
“Te confesaré en grande congregación; te alabaré entre numeroso pueblo” Salmos 35:18
Por: Jenny Mejías