Recuerda, Memoriza!
La memoria es nuestra capacidad de almacenar información y luego recordarla. La mayoría de los eventos de nuestras vidas son almacenados en cierto lugar de nuestra memoria.
Por toda la Biblia, Dios mando a su pueblo a hacer cosas que les ayudarían a recordar algunos acontecimientos y experiencias importantes. La fiesta de la Pascua por ejemplo, fue instituida por Dios para ayudar a los israelitas a recordar su liberación. Y también cuando pasaron el río Jordán, les ordeno que levantaran 12 piedras en conmemoración de ese día.
Cuando Jesús instituyo la Santa Cena, él dijo: “Haced esto en memoria de mí”.
Algo que es de gran valor para un hijo del Dios es el memorizar las Escrituras. Hay muchas maneras en que la memorización de las Escrituras puede ser una bendición para nosotros. Puede ayudarnos a vencer la tentación. Jesús uso las Escrituras de esta manera para resistir a Satanás cuando le tentó en el desierto.
El memorizar las Escrituras es también un medio de consuelo y de ánimo, y también nos ayuda a pensar en lo puro, en lo bueno y en lo perfecto. Cuando pensamos en la Palabra, pesamos con los pensamientos de Dios. El memorizar las Escrituras nos capacita y ayuda también para instruir, predicar y compartir con otros.
Al memorizar las Escrituras, las tenemos disponibles en cualquier momento, sin necesidad a veces de tener que abrir el libro. Hagamos buen uso de la espada del Espíritu, la Palabra de Dios.
“Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado.”
Salmo 119:93
Por: Jenny Mejías