PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

¿Quieres oir la voz de Dios?

Todos queremos evidencia que apoye nuestra fe en Jesús. Una prueba que algunas veces nos gustaría tener es una palabra audible de parte de Dios, una voz desde el cielo que diga algo así como: «Estoy aquí y todo estará bien.» Eso es porque las personas a las que amamos nos hablan de manera audible cada día, así que nos gustaría que Aquel que nos ama más que nadie nos hablara con una voz que pudiéramos oír.

Parece que sólo un pequeño número de los seguidores de Dios alguna vez han escuchado directamente de Él su voz. Tenemos evidencia bíblica de ello. Abraham y Moisés (por citar sólo dos) escucharon la voz de Dios varias veces, de hecho, el relato bíblico nos revela que conversaban.

Sin embargo, el hecho de que Dios les hablara con voz audible no era el requisito que ellos necesitaban para poder creer en Él. La biblia nos revela momentos en los que Dios no hablaba o no respondía a las demandas de ellos, y a través de estos períodos de silencio de Dios, Abraham y Moisés nunca menguaron ni abandonaron su fe ¡Qué ejemplo para nosotros!

Considera esto: Cada día estamos rodeados de evidencias físicas y materiales de la existencia de Dios. Por la maravilla y majestuosidad de la creación sabemos principalmente de su eterno poder e imponente sabiduría.

Romanos 1:20 dice: Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”

Otra de las poderosas evidencias la tenemos la Biblia “la Palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo” como un mensaje escrito. Dice la Escritura:

“Pero ante todo tengan esto presente: Que ninguna profecía de las Escrituras es algo que pueda interpretarse según el criterio personal de nadie, porque los profetas nunca hablaron por su propia voluntad, al contrario, eran hombres que hablaban inspirados por el Espíritu Santo de parte de Dios” (1 Pedro 1:20-21.)

“Hablamos estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría” (1 Corintios 2:13.)

“Sepan ustedes esto, hermanos: El mensaje de salvación que yo anuncio no es una idea humana. No lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino que Jesucristo mismo me lo hizo conocer” (Gálatas 1:11-12.)

Entonces, quiere decir esto que nosotros no podemos recibir mensajes audibles de parte de  Dios?

¡Sí! los recibimos: de Su pueblo, sus ungidos, sus siervos llamados a predicar, a evangelizar y a discipular cuando guiados por el Espíritu Santo que mora en ellos nos traen el mensaje conforme a su palabra escrita.

En las cartas del apóstol Pablo, se nos dice que la Iglesia (los hijos de Dios) es el cuerpo de Cristo. Eso significa que está alineada con la verdad de Jesús, es la embajadora de Cristo en la tierra, su mensajera su portadora del mensaje. Y el mensaje que la iglesia de Cristo predica al mundo conforme a como esté escrito, no dudes que es la voz de Dios. Amén

 Por: Jenny Mejías