¿Quién está en control?
¿Quién está en control? ¿Tú o Dios? Medita por un momento en esta pregunta. ¿Estamos dispuestos a entregar al Espíritu Santo el control de nuestras vidas, permitiendo que nos dirija y nos guie? La mayoría de nosotros diría que este es el deseo de nuestro corazón, pero muy pocos lo hacen. ¿Cuál es el problema?
Nuestra carne trata de asumir el control. Gálatas dice claramente que la carne se opone continuamente contra el Espíritu (Gálatas 5:17). Lo que desea la carne, está en contra del Espíritu. Lo que desea el Espíritu, la carne nunca lo aprueba.
Tenemos que rechazar el mal y escoger el bien. El papel del Espíritu Santo en nuestras vidas incluye incentivarnos a tomar las decisiones correctas, pero su papel no es (y nunca lo será) obligarnos a tomarlas.
Dios nunca nos hará daño. Él quiere que confiemos en su dirección para simplemente obedecerlo, aunque no entendamos todo. Cuando estamos dispuestos a entregar el control de nuestras vidas al Espíritu Santo, Él nos guía a la victoria.
Deja que el Espíritu Santo controle tu vida. Te guiará a la voluntad perfecta de Dios, esto incluye bendiciones abundantes y extraordinarias, la paz y el gozo.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gálatas 5:16
Por: Jenny Mejías
Nuestra carne trata de asumir el control. Gálatas dice claramente que la carne se opone continuamente contra el Espíritu (Gálatas 5:17). Lo que desea la carne, está en contra del Espíritu. Lo que desea el Espíritu, la carne nunca lo aprueba.
Tenemos que rechazar el mal y escoger el bien. El papel del Espíritu Santo en nuestras vidas incluye incentivarnos a tomar las decisiones correctas, pero su papel no es (y nunca lo será) obligarnos a tomarlas.
Dios nunca nos hará daño. Él quiere que confiemos en su dirección para simplemente obedecerlo, aunque no entendamos todo. Cuando estamos dispuestos a entregar el control de nuestras vidas al Espíritu Santo, Él nos guía a la victoria.
Deja que el Espíritu Santo controle tu vida. Te guiará a la voluntad perfecta de Dios, esto incluye bendiciones abundantes y extraordinarias, la paz y el gozo.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Gálatas 5:16
