PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Escuche la voz de Dios con los oidos del corazón

El hombre perdió la vida espiritual y comunión con su Creador cuando escuchó la voz de Satanás, en lugar de escuchar la voz de Dios.

Obtenemos vida otra vez al escuchar a la voz de Dios, al escuchar su palabra. La Palabra de Dios da vida, es vida. Como dijo Pedro cuando Jesús le preguntó si también se iba a ir:

“Señor, ¿a quién iremos? si sólo tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).

Entonces, lo que la gente necesita es inclinar sus oídos y escuchar la palabra de vida de nuestro Señor, la cual salva, transforma, restaura, edifica.

Es algo grandioso cuando el predicador recibe los oídos de la congregación. Me refiero al oído interno, el del espíritu, porque el hombre no tiene sólo dos oídos físicos; también tenemos los oídos espirituales, esos que reciben la palabra  (el entendimiento) y la retienen en su corazón (la creen)  produciendo el fruto para la cual Dios la ha enviado.

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10:17

Usted puede hablar al oído externo y no llegar al oído del corazón en lo absoluto. Muchos, en estos días, son como la “gente insensata” a la cual el profeta Jeremías habló diciendo de parte de Dios:

“Oíd ahora esto, pueblo necio… que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye” (Jeremías 5:21).

Seamos sabios y escuchemos la voz del Señor, llegará en tiempo en que ya no tendremos oportunidad de volverla a escuchar. Ahora es el tiempo, ha dicho el Señor! Amén!

 

Por: Jenny Mejías