PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

El Perdón

Hay quienes se pueden preguntar que es el perdón, y hay quienes pudieran pensar que están totalmente claro con el significado de esta acción; pero aun así deseo darles lo que Dios ha puesto en mi corazón en relación al perdón.

Algunos pudieran definirlo como dejar pasar la ofensa, otros como olvidar el daño que alguien te ha causado, hay quienes definen esta acción como dejar pasar o cancelar una deuda; pero también tenemos personas que piensan que solo los ofendidos o agraviados son los que deben perdonar.

Dios me ha mostrado que los que ofenden, los que agreden, los que se equivocan o incumplen son fuertemente atacados por la culpa, son atacados con un sentimiento y un espíritu de señalamiento donde la persona siempre está recordando el error, el mal que cometió y no se da la oportunidad de superar, de pasar la página en su vida, son personas que les ha costado mucho perdonarse. Hay quienes piensa que todo lo que están viviendo es el resultado de lo que un día cometieron, yo estoy claro que todo lo que el hombre siembre eso también cosechara, pero también estoy claro que las misericordias de Dios se renuevan cada mañana, y que Dios nos reconcilio en Cristo no tomándonos en cuenta los pecados (2 Co. 5:19).

Deseo basar esta idea o pensamiento en algunos pasajes de la biblia que dicen: Colosenses 3:13 "soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros".

En este pasaje se nos recuerda la manera como Cristo nos ha perdona, pero no para sacarlo en cara, ni avergonzarnos, sino para que hagamos memoria de cuál fue la manera o forma en que recibimos el perdón de Dios; ese perdón es tan maravilloso que nunca nos pidió cuenta de lo que habíamos hecho, que nos exigió explicaciones para poder perdonarnos, sino que llegamos un día y pedimos perdón y recibimos el perdón, Dios nos dice: de la manera como Cristo os perdono; si sabría Dios que nos podríamos más exigentes que Él y que pondríamos más obstáculos al momento de dar el perdón; pero jamás podremos superarlo en sabiduría y conocimiento, la escritura dice: Isaías 43:25 "Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados". Dios sabe el daño que hace la falta de perdón, como se establecen en nuestras vidas raíces de amargura, rencores, odios, sufrimientos, Él dice: por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados, Dios sabe todo y se ama tanto que dijo: no me acordaré, no voy a dejar que eso me enferme, me frustre, me robe la paz, Dios sabe que el no perdonar solo genera enfermedades en el alma y en el cuerpo.

Proverbios 3:1-7 dice: "Hijo mío, no te olvides de mí enseñanza, y tú corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres. Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas. No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal. Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos".

Con cuanta claridad nos habla Dios en este pasaje de la escritura, obedecer a su palabra es medicina a nuestro cuerpo y es refrigerio a nuestros huesos; cuando usted compra carne, pescado, pollo, y lo refrigera, lo que hace es conservarlo, el refrigerio conserva los alimentos, les da larga duración, eso es lo que Dios quiere transmitirnos, cuando nos dice: que si obedecemos a su palabra, si guardamos sus mandamientos serán medicina a nuestro cuerpo y refrigerio a nuestros huesos.

Perdona y perdónate, no porque la persona o tú se lo merezcan, sino porque Cristo te perdono sin tu merecerlo, perdona o perdónate porque eres obediente a Dios y guardas sus mandamientos, perdona o perdónate porque cumplir con la palabra te será medicina a tu cuerpo y refrigerio a tus huesos.

Pastor Andrés Noguera