PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Tú puedes ser vencedor

Reflexión renovadora que cambiará por completo tu forma de ver la vida. Haciendo de ti no sólo una mejor persona y un mejor ciudadano, sino un verdadero creyente, fiel a Dios, a sus principios y a su Santa Palabra.

Tú puedes ser vencedor

Por: Jenny Mejías.

 

¿Estás herido, física, emocional, o mentalmente? ¿Sabías que puedes aumentar o disminuir la intensidad del dolor según como reacciones a ello y por la actitud con que lo manejas?

He aprendido por mi experiencia y por la Palabra de Dios, que es posible ser vencedor en vez de víctima.

La clave es saber la que la victoria está en Cristo y no tuya. Si aprendemos a depender de Dios y recibir de Él lo que necesitamos, podremos con absoluta seguridad vencer todas las circunstancias en Cristo Jesús, quien nos fortalece (Filipenses 4:13) y quien nos dice que en Él, somos más que vencedores (Romanos 8:37).

Dios es más que suficiente para cualquier situación. Él ha prometido capacitarnos y ayudarnos, además de que nunca podemos olvidar su preciosa promesa de que siempre estará con nosotros y nunca nos abandonará.

En oración, al acercarnos a Él para tener comunión, pasando tiempo con Él, conversando con Él, de una manera simple y familiar, recibiremos la fortaleza que necesitamos para vencer, pues su Espíritu Santo, que mora en nosotros eternamente, nos fortalece, nos anima y nos guía cada día.

Lo más importante que aprendí, y que no es fácil, fue entender que tenía que depender del Señor  para poder vencer, porque por mis fuerzas era inútil.

Lo que sea que estés enfrentando ahora en tu vida, no permitas que te robe la paz, la palabra dice que en Cristo Jesús tú eres vencedor. Fija tu mirada en Dios, pon tu fe en sus promesas, que tu pensamiento sea sólo en Cristo, y no en la situación; pues la situación pasará, más Cristo vive para siempre.

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Romanos 8:37