Dejando huellas en el ministerio
Reflexión renovadora que cambiará por completo tu forma de ver la vida. Haciendo de ti no sólo una mejor persona y un mejor ciudadano, sino un verdadero creyente, fiel a Dios, a sus principios y a su Santa Palabra.
Dejando huellas en el ministerio
Por: Jenny Mejías.
Como hijos de Dios tenemos una enorme responsabilidad de impactar vidas a través de nuestra propia vida, involucrándome en el ministerio a través de la Iglesia local.
Dios nos formó de una manera especial a cada una de nosotras, somos una obra de arte hecha a mano y a medida por Dios, una pieza original. Deliberadamente nos hizo y formó para que le sirviéramos de manera que, que nuestra huella en el ministerio sea única.
Dios nos escogió desde antes que naciéramos (Salmos 139:13-14) y preparó de antemano buenas obras para que anduviéramos en ellas (Efesios 2:10).
Dios te capacita para dejar huellas: te da habilidades, intereses, motivaciones, dones, talentos, personalidad, recursos, experiencias. Dios quiere que dejemos huellas, pero nos equipa con lo necesario para cumplir ese cometido.
Dejando huellas a través del:
- Evangelismo: Llevando el mensaje de las Buenas Nuevas de Salvación (El Evangelio de Jesucristo) a toda criatura que no conoce a Dios, para que oyendo la predicación del mensaje, el Espíritu Santo haga la obra de convencimiento el ellos, se arrepientan, crean y reciban al Señor como su Salvador personal. (Mateo 28:18-19). El Mandamiento de la Gran Comisión
- Discipulado: “Persona que aprende de su maestro y lo sigue” Hechos 4:36, 9:27, 11:25, 15:36-41, 2°Tm. 4:11. Los discípuladores son multiplicadores. Capacitando a nuevos creyentes en el estudio y conocimiento del Evangelio para que éstos a su vez, capaciten a otros y la iglesia del Señor se multiplique.
Servicio: Algunos ejemplos bíblicos del don se servicio los podemos hallar en: (Filipenses 2:3) - (Romanos 12:10) - (Efesios 5:21) - (Gálatas 6:2) - (Marcos 10:45) - (Gálatas 5:13) - (1 Pedro 2:21). Sin embargo, el ejemplo Supremo de servicio sin duda lo demostró Jesús; El dijo: «Yo no vine para ser servido, sino para servir» (Marcos 10:45.) ¿En qué categoría se pone entonces Jesús? En la de siervo. «Se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo» (Filipenses 2:7).
- Enseñanza: En clases de escuela dominical, mujeres, grupos pequeños, estudios bíblicos (Tito 2:4).
Para meditar…
¿Estoy dejando huellas en el ministerio?
¿En qué áreas de servicio en la Iglesia estoy involucrada?
¿Escucho y obedezco al Señor cuando me insta a hablarle a alguien de Cristo?
¿Estoy “junto a alguien” discipulando y guiando en la fe?
¿Uso mis dones y talentos para la edificación del Cuerpo de Cristo?
¿En general, estoy siendo hacedor de la palabra de Dios?