PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Dios es quien escoge la ruta

Reflexión renovadora que cambiará por completo tu forma de ver la vida. Haciendo de ti no sólo una mejor persona y un mejor ciudadano, sino un verdadero creyente, fiel a Dios, a sus principios y a su Santa Palabra.

Dios es quien escoge la ruta

Por: Jenny Mejías.

 

Debemos aprender a entrenarnos para el plan que Dios ha trazado para nuestras vidas, caso contrario, solo seremos piedra de tropiezo para él y para nosotros mismos.

Preguntemos a Dios: “¿Por qué es necesario de esta manera? No me gusta esta ruta”. Él nos contestará que la ruta escogida por Él, producirá dos cosas en nosotros: 1) desarrollará nuestro carácter, y 2) producirá responsabilidad en nosotros. No nacimos con estas virtudes; tenemos que aprenderlas. Además, si Dios nos mostrara la ruta completa hacia dónde vamos, podríamos decir: “Prefiero quedarme donde estoy ahora”.

Veamos el ejemplo en la vida de José: Cuando tenía diecisiete años, tuvo un sueño de parte de Dios en el cual su padre, madre y hermanos se arrodillaban ante él (Génesis 37:9-10). José pensó para sí mismo: “!Sí! me gusta este sueño”: Dios le había dado una visión, sin embargo, no le dijo todo lo que tendría que sufrir para llegar allí.

Suponiendo que Dios le haya dicho: “José, vas a convertirte en un gran gobernador, y aquí está lo que yo he planeado para que llegues hasta allí: tus hermanos te van a quitar de tu espalda el derecho a tus ropas favoritas; te abandonarán, te van a lanzar a un pozo y te van a vender como esclavo. Luego la esposa de tu patrón va a mentir acerca de ti, acusándote de violación, y tu patrón te va a meter en la cárcel, donde quedarás olvidado por mucho tiempo. Pero finalmente saldrás de allí”. Si Dios le hubiera dicho todo eso, José probablemente hubiera replicado: “No, Señor, gracias, me quedo como pastor, estoy feliz donde estoy ahora”.

Dios protege nuestra visión por medio de dirigirnos de acuerdo a su plan, su tiempo, y su sabiduría.

Padre, tú estás comprometido conmigo a completar la obra que empezaste en mí. Gracias por desarrollar el carácter y la responsabilidad en mi vida. Amén.

Usted debe aprender a entrenarse para lo que Dios ya ha dicho que vendrá, sólo confíe en sus promesas. Él no tiene que darle explicaciones de cómo lo hará.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Jeremías 29:11-13