PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

El perdón de Dios

Reflexión renovadora que cambiará por completo tu forma de ver la vida. Haciendo de ti no sólo una mejor persona y un mejor ciudadano, sino un verdadero creyente, fiel a Dios, a sus principios y a su Santa Palabra.

El perdón de Dios

Por: Jenny Mejías.

 

Cuando Jesús nos enseñó que orásemos: “perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, sabía perfectamente quién sería el que pagaría la deuda. Cuando colgado de la cruz exclamó: «Consumado es»… ¡la deuda se pagó! Ya fuimos justificados. Él fue el sustituto, quien ocupó el lugar que nos correspondía ocupar a nosotros, y pagó la deuda de “pecado” que nos correspondía pagar a nosotros. Su perdón y su amor tienen dimensiones impenetrables para el entendimiento humano; es por ello que representa una ofensa y una humillación para el Señor, pretender creer que aún falta algo por hacer para ganar la salvación de nuestras almas, y que nosotros podemos hacerlo. ¡Es aberrante pensar algo así!

Hay un hecho que nunca cambiará para los que hemos creído en el sacrificio perfecto y completo de Jesús: Que hemos sido perdonados. Él nos mira con ojos de amor y de misericordia, nuestros pecados están cubiertos. Dice la palabra en Miqueas 7:18-19 “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.  El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”  Y esta es una gloriosa realidad en nuestras vidas.

“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño”. Salmos 32:1-2