PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

¿Segunda oportunidad?

Reflexión renovadora que cambiará por completo tu forma de ver la vida. Haciendo de ti no sólo una mejor persona y un mejor ciudadano, sino un verdadero creyente, fiel a Dios, a sus principios y a su Santa Palabra.

¿Segunda oportunidad?

Por: Jenny Mejías.

 

Mateo 24:22 y Mateo 25:1-13.

Imagínese que por tu ciudad, pasará un avión y descendierá solo 30 minutos para transportar a personas a un acontecimiento glorioso. Durante ese tiempo estará emitiendo una señal de alerta, pero concluido el tiempo no espera ni un minuto más y no volverá jamás por dicha ciudad. Como siempre llega un pasajero corriendo a última hora y ya no consigue abordar, pero el hombre cree que tendrá otra oportunidad.

En tiempos de Noé, muchos corrieron al arca, cuando ya estaba cerrada la puerta y probablemente hasta se subieron o colgaron lazos para aferrarse o trataron de construir lanchas, pero era demasiado tarde. 120 años les habló Noé sobre el fin, y hoy aproximadamente ese tiempo tiene la Iglesia de predicar igualmente. Los prudentes nos preparamos con tiempo, para que cuando suene la trompeta, estemos listos y no esperar una segunda oportunidad. No soy amante de predicar una segunda oportunidad, pues en esa esperanza radica el peligro, "nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".

Las figuras proféticas hablan de dos grupos: Uno al arrebatamiento y otros estarán en la gran tribulación, pero los que estén en la gran tribulación serán "a prueba de balas", sellados por el Espíritu Santo, porque el hombre impío, cuando vea el castigo de Dios, comenzará a blasfemar lo que determinará su hundimiento.

Cabe la posibilidad de que la Iglesia en general, esté en el comienzo de la gran tribulación, pero vendrá el arrebatamiento que por amor El Señor lo hará.

¿Por qué esperar un segunda oportunidad querido amigo?, mejor sella tu entrada a la vida eterna aceptando a Jesucristo, porque es de vital importancia estar seguros de nuestra salvación. Al aceptarle Él se encarga de pulirte y hacerte de nuevo.