PALABRA DE LA SEMANA
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo «Daniel 4:2»

Con el diablo no se negocia

Grandes bosquejos de las enseñanzas más impactantes y transformadoras del Pastor y Maestro Andrés Noguera, donde podrás conocer mucho más de la Palabra de Dios, profundizar en lo que realmente Él te quiere decir, y tener las mejores herramientas para ampliar tus conocimientos.

Con el diablo no se negocia

Por: Pastor Andrés Noguera. 

 

Eclesiastés 10:1

Ha leído usted alguna vez este pasaje, lo invito a escudriñar en él, dice que una pequeña mosca hace Eder el perfume del perfumista, otra versión de la biblia dice: una insensatez, la versión el oso dice: una pequeña necedad pesa más que toda la sabiduría y honra juntas.

Satanás esta buscando destruir los testimonios de los creyentes, mientras el pueda destruir tu imagen, tu testimonio, difícilmente impactaras a la gente que te rodea y eso evitara que sean usado como instrumento en las manos del Señor para alcanzar a otros.

Gálatas 5:9; dice: un poco de levadura fermenta toda la masa y cuando leemos hechos 10:38, este anduvo haciendo bienes y sanando a los oprimidos por el diablo.

El deseo de Satanás siempre será el de oprimir, el del Señor es Sanar y hacer bien.

Un clavito en la casa, así se llama esta historia que voy a relatarles: un hombre estaba vendiendo su casa por un precio maravilloso, era sencillamente una tremenda oferta, la casa costaba muchísimo dinero pero el dueño la estaba ofertando por hasta 50% menos de su valor original, cuando llego una familia para comprarla la vivienda, este le dijo: se la vendo con una sola condición, cual preguntaron los compradores: Que me dejen poner este clavito en la sala, este clavito es mío, yo puedo usarlo como quiera, toda la casa le pertenece a ustedes, menos el clavito, yo podre venir a ver mi clavito cuando quiera y ha usarlo como a mí me plazca.

Inmediatamente se reunió la familia compradora y acordaron: que nos puede molestar un clavito, total toda la casa es de nosotros, el solo va a tener un simple clavo colgado en la pared de la sala; y todos acordaron aceptar la condición del vendedor.

Una vez realizada la negociación la familia se mudó a su nueva casa: Que bendición dijeron, compramos una casa a mitad de precio, todo lo que nos ahorramos, al otro día llego el antiguo dueño a las 7 de la mañana y dijo: buenos días permiso, vengo a colocar mi saco y mi sombrero en mi clavito, si claro pase, le dijeron los nuevos propietarios, así llego al mediodía, y dijo vengo a buscar mi saco, está haciendo mucho frio, y en la noche también regreso a buscar su sombrero.

Todos los días el antiguo dueño hacia lo mismo, tocaba la puerta hasta 3 y cuatro veces al día para usar su clavito, dijo un miembro de la familia: bueno por lo menos descansaremos los fines de semana, pero no; resulta que el sábado como a las 8 de la mañana toco el timbre y dijo: buenos días permiso, es que necesito guindar mis bolsas del mercado en mi clavito, guao dijo el papa, también el sábado, y así estuvo 15 días tocando cada rato la puerta de la casa para pasar a usar su clavito: cuando se cumplio un mes de la compra de la casa, ya los dueños no soportaba la molestia que les causaba el dueño del clavito, un dia llego el antiguo dueño y toco la puerta y dijo permiso, vengo a guindar este marrano (cerdo, cochino) que compre y voy a guindarlo en mi clavito para macerarlo, a los tres días el olor era insoportable, no se aguantaba la fetidez en la casa, a los cinco días, los dueños de la casa, salieron corriendo y abandonaron la tremenda casa que habían comprado a mitad de precio, pero habían convenido en no tocar el clavito.

Quizás usted, al leer esta historia hará conjeturas de lo que hubiese hecho, pero lo que deseamos enseñarle, es que hay cosas que parecen muy buenas, pero siempre tienen su clavito, con el diablo no se negocia, por más bonito o lindo que tu veas las cosas, por más maravillosa que parezcan las oportunidades, si vienen de Satanás, no las recibas, con el diablo no se negocia

Veamos la historia de Moisés al sacar el pueblo de Egipto. Según estos pasajes bíblicos Éxodos 8:1-8,20, deja ir a mi pueblo, 8:26, 29,32, y Éxodos 9,10,11, y vemos esta historia, nos damos cuenta como el enemigo busco siempre negociar, vallan y ofrezcan sacrificio,

Después vallan al desierto y ofrezcan sacrificio pero no se alejen tanto.

Después bueno vallan solo los hombres, niños, mujeres, viejos y todo el ganado se quedan aquí después bueno vallan todos pero me dejan el ganado.

Moisés nunca negocio con faraón, siempre le dijo: la orden del Señor es que dejes ir a mi pueblo. Debemos entender que con el diablo no se negocia.

Después de 430 años de esclavitud, cualquiera le hubiese dicho a Moisés, dale si vamos, deja los niños, deja las mujeres, deja el ganado, porque hay gente que esta buscando negociar con el diablo.

La biblia dice: resistid al diablo y de vosotros huira. No podemos negociar verdades, ni palabras, ni promesas, tenemos que aprender a esperar en Dios.

Con el diablo no se negocia, ni tu matrimonio, ni tu sentimientos, ni tu soltería, ni tu futuro, ni la prosperidad, nada se negocia con el diablo.